Dame el tiempo que no te haga falta
Y prometo invertirlo en caricias en tu espalda.
Puedo escuchar hasta el ruido de las ruedas por la calle y no quiero decir
que él conduzca tan despacio, no hay nada en la radio, oigo el ruido del
ascensor mientras sube, escucho el timbre, el sonido de sus pasos al
principio del pasillo. El solía entrar, ahora.. no se que decir.sin poder dormir se abrió paso en mi vida desde aquel día. La primera lágrima que lloré, ni ya la recuerdo. Aquí viene el dolor, y ahí estoy yo deseando que las cosas nunca hubieran cambiado, no olvidaré aquella vez que sus brazos me rodeaban una fría noche de diciembre.
Puedo escucharlo decir “te amo como si fuera ayer” y cuando lo veopasar indiferente por la calle, sí que en su rostro está escrito que meecha de menos, se siente mal, realmente mal.¿Por qué te fuiste sin ni siquieraavisar? Antes de que las luces se apaguen de nuevo y me dejen sola,completamente sola, quiero decirte, que siempre recordaré cuando medijiste adiós…