Todo lo que hagas en la vida será insignificante;

Pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará. Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: no estás mínimamente preparado para esto; pero la otra parte dice: hazlo tuyo para siempre.

Vaya, has tardado en volver menos de lo que me esperaba. Quizá sea cierto eso de que lo que se va sin ser echado, vuelve sin ser llamado. Quizá mi actuación haya merecido la pena… Pensaba que iba a pasar más tiempo hasta que te dieras cuenta de lo que habías perdido y volvieras diciéndome que me echas de menos. Es curioso; nunca pensamos que esto iba a pasarnos. Por un lado estás tú, un orgulloso, y por el otro estoy yo, otra. Ambos estábamos predestinados a acabar amando en la misma cama, nuestra historia ya estaba escrita desde el principio hasta el último punto, pero gracias a ti, que has decidido continuarla no ha acabado. Y vale que tú te la estés follando a ella, y yo esté revolcándome entre las sábanas con otros, pero… ¿Sabes? Tú piensas en mí cuando lo haces al igual que yo me acuerdo de ti cuando lo hago. ¡Qué cosas! Tú, arrastrándote, pidiéndome perdón y diciéndome que me extrañas, y yo, haciéndome la dura y muriéndome de ganas por dentro de decirte que quiero que seas tú el que estés entre mis sábanas…

Esto se va a repetir, lo nuestros, lo sabemos. Es más, nos lo hemos confesado. Ambos sabemos que queremos que vuelva a pasar. Pero hasta que decidas volver a continuar escribiendo nuestra historia, ambos seguiremos nuestros caminos, y cuando se vuelvan a juntar y nos encontremos de nuevo, nos miraremos como solíamos hacer hace unos meses… Hasta entonces, sigue pensando en mí cuando te la folles. Tranquilo, yo haré lo mismo con los tíos que me tire y no sean tú...

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