Todo lo que hagas en la vida será insignificante;

Pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará. Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: no estás mínimamente preparado para esto; pero la otra parte dice: hazlo tuyo para siempre.

Cuando no haya quien me reconduzca ni me reconozca, por favor, alza la voz y dí que tu lo haces mejor que nadie. Cuando haya más alcohol que sangre en mis venas, o cuando esté de mal humor, por favor, ayúdame. Hazme abrir los ojos y volver a respirar. Cuando nuestro fin llegue, persígueme de camino a mi casa, haz que no me sienta olvidada ni melancólica, persígueme, suplícame que no me vaya. Ponte de rodillas y dime que estás igual de loco por mi como desde el primer día. No te merezco, lo sé, pero tú a mi tampoco.  Y si esta vez nos separamos, lo haremos a sabiendas de que en realidad  nos amamos, y lo que pasa es que estamos locos y firmemente confundidos.

3 comentarios: