El equilibro es imposible.

Esto no es un cuento de princesas; no vives en un sueño del que tarde o temprano despertarás. Esto es la vida real. Sin conejos, reinas malvadas, sombrereros locos o interminables partidas de poker. Todos los demás días, no son tu "No cumpleaños". 

Debes tener claro que ningún hada madrina te va a ayudar a librarte de tus hermanastras y que es muy improbable que un príncipe "azul" se fije en alguien como tú; y mucho menos que una calabaza se convierta en carroza expresamente para ti  ; ) Un zapato no va a poder cambiar tu vida.

Dudo mucho que de ser una huérfana sin un lugar en el mundo, por arte de magia pases a ser la princesa perdida de la dinastía Romanov. Nunca estarás en los libros de historia ni tampoco se te recordará eternamente por tu belleza.

Aunque es posible que en tu vida haya una bestia con la tendrás que luchar día tras día. Quién sabe... Y puede que tú seas bella.Pero ten en cuenta que tu vajilla, candelabros o relojes no van a hablar ni a ayudarte en nada. Nadie conoce el final de tu historia, cuando la rosa se quede sin pétalos todo terminará.

Conocerás todo tipo de polvos, no solo los mágicos de campanilla, aunque algunos de ellos te harán volar. Tarde o temprano, crecerás y no podrás regresar nunca mas al País de nunca Jamás. No vas a poder volar alrededor del Big Ben por la noche y te darás cuenta de que los piratas, no siempre son malos y nadie va a entrar volando por tu ventana en mitad de la noche.

 






Lo dicho, no podemos creen en los cuentos de hadas, ni en los finales felices. Tampoco en los príncipes azules ni en que somos unas princesas. Nunca nadie nos va a besar como si el mundo se fuera a acabar mañana. Nadie. Despierta, es una pesadilla. A no, que nada de esto fue un sueño, es la vida real ; )