Todo lo que hagas en la vida será insignificante;

Pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará. Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: no estás mínimamente preparado para esto; pero la otra parte dice: hazlo tuyo para siempre.

Nadie me entiende.


Nadie sabe entender que quiero darte cada segundo, que quiero crear
contigo un mundo en el que nadie nos impida, nos aleje o nos prohíba, 
en el que nadie juzgue lo que merece la pena o no por alguno de los dos, 
en el que el tiempo no decida que te vayas o me vaya, en el que sepas 
que cada trozo de mi vida, cada gesto, cada risa es para ti.
Nadie sabe entender que quiero amanecer porque amaneces, que quiero 
anochecer porque anocheces, que quiero sonreír porque sonríes… Que 
entre tus brazos soy un alma libre, que tus palabras son mi religión. 
Mi luz, tu voz; mi aire, tu olor. Que la luna está ocupada por aquel letrero 
en alza que subiste con tus labios para que siempre, al mirarla, supiera que piensas en mí.

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