Todo lo que hagas en la vida será insignificante;

Pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará. Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: no estás mínimamente preparado para esto; pero la otra parte dice: hazlo tuyo para siempre.

Eligiendo nuestra propia muerte.

Desde que era una cría me han dicho que no era bueno fumar, que nunca lo probara y que por supuesto, nunca fumara. Pero eso te lo dicen cuando eres pequeña y tú les haces caso. Ahora con 15 años, ya soy más madura y tomo las decisiones yo sola y corro el riesgo de no saber como me van a afectar. Hablo de ÉL. De mi marca de tabaco preferida. Dicen que no tienes que engancharte a la primera calada del cigarrillo porque no significa nunca nada. Solo es para probar algo nuevo. Mentira. Lo mío con el tabaco ha sido mucho más. Me he enganchado definitivamente. Y ahora tengo mono. Mono a volver a ponerme ese cigarro entre los labios y encenderlo con esa llama a la adjudicamos el nombre de pasión. Pasión por fumar. Pasión por consumirnos en cada calada, que de nuestras bocas salga ese humo. El humo de la traición. Queremos saborearnos y luego engañarnos a nosotros mismos diciendo que nunca hemos fumado, que el tabaco es de una amiga. Antes de ponernos el cigarrillo entre los labios y aspirar sabor hasta dejarlo en simples cenizas que se apagarán cuando se termine todo, debemos saber que nos hemos enganchado, que Hemos elegido nuestra propia muerte. Muerte por ti. Muerte por querer fumar más y más y no poder hacerlo. Muerte por "exceso de mono". Una muerte, que va a acabar conmigo lenta y dolorosamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario