Todo lo que hagas en la vida será insignificante;

Pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará. Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: no estás mínimamente preparado para esto; pero la otra parte dice: hazlo tuyo para siempre.

Disculpad mi osadía.

Somos todos unos hipócritas, juguemos a ser inmaduros, prepotentes e infantiles. Amamos criticarnos entre nosotros y sobre todo, a los demás. Nos encanta inventar rumores y hablar demasiado. Egocentrismo y narcisismo es lo que impera en esta virtuosa sociedad. Juguemos a ser todas unas calientapollas, a tirarnos al primer tío que pase y sin ni siquiera saber su nombre. Ah bueno, luego no esperemos que no nos busquen la fama y se inventen rumores y como no, hablen demasiado. Últimamente me está resbalando mucho la falsedad. Somos unas putas, unas guarras y unas zorras, demasiado adelantadas para su edad. Hablaron los adúlteros, lujuriosos, viciosos y lascivos.  Já já já, y ¿por qué no jugar a que quién esté libre de pecado tire la primera piedra? Llevo esperando mucho tiempo y aún no me ha caído ninguna.
Ahora vamos a ver la realidad, cada uno es como es. Lo que hagamos o dejemos de hacer es cosa nuestra y de nadie más. Que no hablamos de egocentrismo, que hablamos de querernos a nosotros mismos. Que no se puede criticar a los demás sin antes haberse uno mirado al espejo. Que no mola jugar a ser el mejor y mucho menos mola inventar rumores o decir mentiras. Que la verdad, es que todos sabemos que si pudiéramos, nos tiraríamos a todos los que quisiéramos, pero hay una diferencia, que existen las putas por suerte, y la gente con suerte. Clasifícate en el grupo que te de la gana, yo ya sé perfectamente en cuál me encuentro. Y por último decir que  me he dado cuenta de que todos sois distintos, y a la vez tan iguales, pero que hay una cosa que tenéis en común: ES QUE SOIS SUBNORMALES.

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