Todo lo que hagas en la vida será insignificante;

Pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará. Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: no estás mínimamente preparado para esto; pero la otra parte dice: hazlo tuyo para siempre.

Nada que decir.


No quería romper aquel silencio con alguna estupida palabra en el momento menos oportuno. Era la cosa más sencilla pero algo que no olvidaría fácilmente, tú y yo, abrazados en mi cama con la luz apagada, parecia una habitación de película con una escena de película. Bajaste la cabeza y me besaste, ¿qué más podía pedir? Tenía a la persona a la que más quería y era una imagen perfecta... Casi era feliz, pero tenía la sensación de que otra vez más todo se rompería y no quedaba mucho... Era la constumbre, siempre pasaba, pero esta vez estaba más asustada que nunca. No quería perderte una vez más, y lo peor de todo, daba por sentado antes de repetir la escena de nuestra película de siempre, que iba a volver a pasar...


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