Todo lo que hagas en la vida será insignificante;

Pero es muy importante que lo hagas porque nadie más lo hará. Como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: no estás mínimamente preparado para esto; pero la otra parte dice: hazlo tuyo para siempre.

Un buen sábado.

No pudo más en la despedida.
Estaba allí llorando, en esa jodida esquina, ¡que noche más fría! y apareció... ¿Por qué? ¿Por qué ahora?, días y días buscandole y aparece ahora... Agarró mi mano y me quitó la botella de la otra.
-Menudas formas de pasar un sábado ¿no?...
No contesté, simplemente le miré y me abrazó, no pude contener las lágrimas una vez más, mares de recuerdos inundaron mi mente.
Y como si se fuera a acabar el mundo le abracé, me pregunto de dónde saque tantas fuerzas. No se acababa el mundo, pero no iba a tener más oportunidades de abrazarle y eso para mí era peor. Adiós,acababa de aprender a decirle adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario